El 'se' con valor de morfema pronominal
(incluido en el verbo, sin función sintáctica propia)
El 'se' Pseudo-reflexivo (en oraciones intransitivas) Incluimos en este grupo una serie de oraciones que sólo formalmente son reflexivas. El verbo se conjuga ocasional (acordar / acordarse) o permanentemente (arrepentirse, vanagloriarse, quejarse...) con el pronombre 'se' (o 'me', 'te', 'se', 'nos', 'os') incorporado. Así pues, pierde su valor funcional y se convierte en morfema pronominal que debe analizarse junto al verbo:
Pedro se enfadó. Luis se marchó a casa.
No hay auténtica reflexividad sino un acercamiento a lo que se llama “voz media”: la acción o proceso verbal “afecta” al sujeto, esto es, se desarrolla en el sujeto que sufre un cambio físico o psíquico.
¿En qué se diferencian estas oraciones de las reflexivas? Formalmente, no admiten el refuerzo a sí mismo, a; semánticamente, el sujeto no es agente y paciente a la vez (hace algo que recae sobre su cuerpo), pues ahora:
a) el sujeto animado experimenta una actividad corporal o mental: El chico se resfrió. Él se enfrió.Los esclavos se rebelaron.
o sufre un cambio psíquico que denota un estado anímico, afectivo, psicológico:
Tu amigo se emocionó. Pedro se entristeció. María se enfadó.
o bien el sujeto animado va con un verbo de movimiento o estativo que indica inicio o permanencia de la acción:
Él se levantó. Aquél se apoyó en el árbol
c) si el sujeto es inanimado, sufre un cambio físico (sin que intervenga la voluntad del sujeto):
El cielo se cubrió de nubes. La puerta se abrió. La casa se hundió
En casi todos estos casos, se convierte en marca de intransitividad (verbos originariamente transitivos se transforman en intransitivos):
Su padre colocó el jarrón en la mesa del comedor ------> Su padre se colocó en primera fila.
Mi tío calmó a Juan. ------> Juan se calmó.
Carlos levantó la silla. ------> Carlos se levantó.
o funciona con un verbo -como dijimos- con verbos exclusivamente pronominales (que suelen llevar suplemento):
Los chicos se jactaron de su triunfo.
Ella no se atrevió a decírselo.
Por último, se observa que en algunos casos el morfema pronominal modificar el valor semántico del verbo:
El consejo de ministros acordó retrasar la reunión. > Antonio no se acordó de la cita), pero en otros no hay apenas variación significativa:
Luis volvió la cartera. > Luis se olvidó de la cartera.