Las redes sociales desempeñan un papel cada vez más importante en la vida política y social. Canal preferido de comunicación de los jóvenes, la posibilidad de que una noticia se vuelva viral las convierten en un arma capaz de influir en los movimientos sociales.
Vamos a analizar este papel a través de dos ejemplos.
El primer ejemplo que vamos a tomar es el del 11M del 2004.
Aquel día un terrible atentado golpeó cuatro trenes de cercanías en Madrid, provocando casi 200 muertos y 2000 heridos. El gobierno de José María Aznar, del Partido Popular (PP), acusó muy rápidamente ETA (grupo terrorista vasco), mientras que existía otra pista, la islamista.
Pocos días después, iban a tener lugar elecciones generales en el país, entonces la reelección de Aznar estaba en juego.
La gente, harta de la desinformación por parte de los medios de comunicación, empezó a organizarse. En aquel entonces, las redes sociales no existían, pero sí, los móviles, y entonces empezaron a circular mensajes de texto que por ejemplo decían: Al Qaeda ha reivindicado el atentado de Madrid cuatro veces y el gobierno lo oculta. Pásalo.
Se organizaron manifestaciones y los mensajes se volvieron virales.
El tráfico de SMS en aquel entonces incrementó en un 40% según el periódico El País y 11 millones de personas acudieron a las manifestaciones del 12 de marzo gritando: ¿Quién ha sido, quién ha sido? El 14 de marzo, el Partido Popular perdió las elecciones.
El segundo ejemplo es la importancia de las redes sociales en el nacimiento del partido político Podemos.
Éste nació a raíz del movimiento de los Indignados que brotó el 15 de mayo de 2011 para protestar contra las consecuencias de la crisis del 2008. Las redes sociales en particular Twitter con el uso del hashtag permitieron la creación de grupos constituidos sobre la base pero también Tuenti que era una red social española. La tecnología permite una democracia directa y participativa, que es una de las reivindicaciones de los movimientos de los Indignados. Este movimiento se transformó en Podemos, un partido político, en enero del 2014.