Voto de las mujeres

La primera vez que las mujeres pudieron votar en España fue durante la Primera República.

En aquel entonces, una zona de la región de Murcia hizo secesión en 1873 y se declaró “cantón federal” de España. Entonces decidieron, pero solo en esta zona, instaurar el voto para las mujeres en 1854.

El deseo de instaurar el federalismo en España fracasó, pero esa fue la primera vez que se habló de voto femenino.

Durante la Segunda República, la Constitución de 1931 dio a las mujeres el derecho al sufragio pasivo, es decir que se podían presentar como candidatas y ser elegidas. A partir de 1933, las mujeres pudieron participar en el sufragio activo (es decir que podían votar).

Las mujeres políticas más destacadas fueron Margarita Nelken, Clara Campoamor y Victoria Kent. Sin embargo, ya había habido otra mujer política en 1927, Concepción Loring, durante la dictadura de Primo de Rivera.

Por fin, es de notar la presencia de Federica Montseny, una mujer política anarquista, en el gobierno republicano entre 1936-1937 (seis meses). Fue ministra de la salud y trabajó sobre asuntos como los niños huérfanos, la reconversión de prostitutas y el aborto.

Claro, el franquismo canceló estos progresos y las mujeres no volvieron a votar antes de 1977.

El divorcio siguió la misma trayectoria: legalización durante el cantón federal, la Segunda República y a partir de 1981.

Y también el aborto: se legaliza hasta la semana 12 durante la Segunda República, la semana 14 en 2010.

Durante el franquismo, se atribuyó a las mujeres un papel tradicional: cuidar al marido, cuidar de los hijos y no intervenir en los asuntos privados. En 1953, se publicó la Guía de la Buena Esposa.

Sin embargo, gracias en particular al turismo (las españolas descubrieron cómo vivían las mujeres en los países nórdicos en particular), emergió cierta conciencia feminista. Al mismo tiempo, el partido comunista seguía trabajando clandestinamente sobre asuntos feministas.

A partir de 1975, la muerte de Franco permitió una liberación sexual y los estereotipos tradicionales cayeron.

Sin embargo, la violencia de género sigue siendo un problema importante en España.

La reproducción asistida es legal desde 1988, e incluso una de las más avanzadas del mundo.

En cambio, la gestación subrogada está prohibida, pero se acepta el reconocimiento de niños nacidos en otros países con esta técnica.