La lengua medieval de España tiene sus especificidades.
Primero, lo que hay que saber es que cada reino de lo que hoy llamamos España tenía (y sigue teniendo) su lengua propia. Esto tiene una repercusión considerable en la literatura de la época.
Entonces en “España” existían las lenguas siguientes: castellano, galaico-portugués, asturleonés, euskera, romance navarro-aragonés, catalán, árabe andalusí y romance andalusí o mozárabe.
La palabra “romance” significa que una lengua procede directamente del latín vulgar.
En la lista precedente, los únicos idiomas que no son romances son el euskera y el árabe.
La noción de romance es muy importante, porque explica por qué una de las formas poéticas más famosas de la literatura medieval se llama “romance” y por qué se dice “hablar en romance” (lo que se opone a “hablar en latín”).
Cada uno de estos idiomas es muy importante en la construcción de los reinos que participarán en la construcción de lo que hoy se llama España. Por ejemplo, las Cantigas de Santa María se escribieron en galaico-portugués.
El castellano de la Edad Media
Durante la Edad Media, el castellano era bastante diferente que el de hoy. A veces, puede resultar bastante difícil de leer. Sin embargo, claro, leer la lengua de la época es siempre más interesante que una versión adaptada. En caso de dificultades, completar la lectura con una versión en español moderno o una traducción puede resultar interesante. Pero, siempre hace falta tener a mano la versión original.
He aquí algunas reglas del castellano medieval.
- Les sons actuels de la jota ainsi que les sons ce, ci et z n’existaient pas au Moyen Âge. En revanche, le ç était utilisé.
- Le v et le b avaient des sons différents.
- Le f initial s’est parfois transformé en h (facer-hacer; fablar-hablar).
- Le futur du subjonctif existait, il se terminait en RE.
- L’enclise des pronoms était plus systématique à tous les temps : direvos = os diré.
- La 2e personne du pluriel avait une désinence en -des. Amades = amáis