Los cantares de gesta
Son las epopeyas medievales que cantan en verso las hazañas de los héroes.
En torno a la vida del emperador Carlomagno y sus campañas frente a sajones y moros, se formaron una serie de cantares de gesta, cantados por los juglares en la lengua de oïl, que constituyen el ciclo carolingio dentro de la materia de Francia.
La chanson de Roland, el cantar de gesta más famoso, se compuso en el siglo XI, tres siglos después de los tiempos de Carlomagno. Narra la muerte del héroe Roland, sobrino del emperador, en Roncesvalles. Es el monumento más antiguo y uno de los más hermosos del género épico en toda Europa. Desde el siglo XI hasta el XV se siguieron componiendo en Francia cantares de gesta, mientras en España el gran poema épico fue sustituido por composiciones más breves, los romances.
Mester de juglaría
La palabra mester se deriva del vocablo latino ministerium, que significa trabajo, oficio. Juglaría viene de iocularia, plural latino que significa bromas, diversiones. El oficio del juglar es crear diversiones, divertir. Los juglares son artistas, en principio itinerantes y luego adscritos a una casa señorial o a un municipio, que organizaban espectáculos para entretener los ocios de la población ayudándose de instrumentos musicales y tal vez de otros artilugios.
La sociedad medieval estaba dividida en tres clases: los defensores, clase dirigente, dedicada a la guerra; los labradores, clase servil, dedicada al trabajo, que vive al servicio y al amparo del señor, y los oradores, clase religiosa, que vive en instituciones monásticas y conserva en ellas el saber antiguo y la unidad cristiana. Se daba un tipo de educación distinta en cada una de las clases, pero solo los hombres que pertenecían a la última sabían leer.
En la alta Edad Media surge una literatura que agrada a un público mayoritariamente iletrado. Es el cantar de gesta. El juglar canta ante siervos y señores, desgranando en versos largos con cesura central, que se agrupan en tiradas monorrimas de longitud variable, un tema heroico: las gestas llevadas a cabo por un hombre en la guerra o para reparar una ofensa a él infligida.
Si el cantar de gesta es compuesto e improvisado por los propios juglares de forma oral o estos recitan uno poema aprendido y previamente escrito, es materia de discusión. Resulta difícil de creer que los 3735 versos del Cid, los 4002 de Roland y mucho menos los 15674 hexámetros de la Ilíada hayan sido compuestos de forma oral, pero tal vez sea así. Tampoco es una cuestión muy importante.
El Cantar de Mio Cid
Es el único cantar de gesta que ha llegado relativamente íntegro hasta nuestros días. A la única copia que se conserva le falta el comienzo. Se guarda en la Biblioteca Nacional.
Se trata de un códice manuscrito con letra del siglo XIV, que es copia de una copia, la de otro manuscrito fechado en 1207 cuyo copista se llamaba Per Abbat.
Algunos autores piensan que el propio Per Abbat fue el autor del poema. Aunque esta tesis no parece probable, se ha revisado, sin embargo, la temprana fecha de composición del cantar dada por Menéndez Pidal y se ha retrasado en medio siglo. Se piensa ahora que el poema fue compuesto al final del siglo XII.
Teniendo en cuenta que Rodrigo Díaz murió al final del siglo XI, el cantar narra hechos sucedidos un siglo antes. Este espacio de tiempo no es muy largo si se compara con los más de trescientos años que separan La chanson de Roldan de la batalla de Roncesvalles.
Esta cercanía de composición respecto a los hechos relatados determinará una de las características más señaladas del Cantar de mio Cid, su realismo. Aunque no es una obra histórica, sino de ficción, muchos datos biográficos de Rodrigo Díaz coinciden con los del poema. Los personajes son reales aunque los hechos que se narran no coincidan con los históricos.
El autor del cantar en un hombre culto que conoce la tradición épica oral española y francesa y sabe de leyes y cultura latina.
Los personajes
El héroe y protagonista, Mio Cid Rui Díaz, es un caballero de la corte de Alfonso VI, rey de Castilla. Es un buen cristiano, buen esposo y padre y, desde luego, buen vasallo. El rasgo básico de su carácter es su mesura, aunque también destacan su valor y fidelidad.
El rey Alfonso desencadena la acción del primer bloque temático del cantar cuando destierra a su buen vasallo, haciendo caso de falsos testimonios. Desencadena también la acción del segundo bloque, cuando casa a las hijas del Cid con los infantes de Carrión.
Los amigos del Cid, que lo siguen al destierro, destacan por su valentía, fidelidad y determinación. Los principales son Alvar Fáñez y Martín Antolínez.
Sus antagonistas son García Ordóñez, que fue uno de los que consiguieron que el Cid cayera en desgracia, y los infantes de Carrión, cobardes, mentirosos, desleales y desmesuradamente soberbios. Funcionan como el antitipo del Cid.
Tema
Es la recuperación del honor tanto político como familiar del héroe por medio de su esfuerzo y a través del riesgo.
Argumento
Cantar del destierro (Cantar I)
El Cid, acompañado de sesenta caballeros con sus respectivas huestes, se detiene orillas del Arlanzón y envía a Martín Antolínez, el burgalés de pro, a la judería burgalesa, a casa de unos prestamistas conocidos y amigos de ellos, Raquel y Vidas, para conseguir un préstamo. Por medio de un cierto engaño urdido por el Cid, Martín consigue el dinero. Después, en el monasterio de San Pedro de Cardeña, el Cid se despide de su esposa, doña Jimena, y de sus hijas, que quedan bajo la custodia del abad don Sancho.
Abandona definitivamente Castilla y comienza a guerrear en tierras fronterizas. Obtiene sustancioso botín, que reparte cristianamente con sus hombres, y envía un regalo al rey.
Después comienza sus correrías por tierras aragonesas. Se enfrenta por eso al conde de Barcelona, que lo desafía. El duelo tiene lugar en Tévar. El Cid sale victorioso, el conde es hecho prisionero y después liberado.
Cantar de las bodas (Cantar II)
El Cid conquista Valencia y pide la venia del rey para que su familia se reúna con él además de enviarle cien caballos como presente. Álvar Fáñez, enviado por el Cid, se entrevista en Carrión con el rey Alfonso, que da su visto bueno a la demanda. Doña Jimena y sus hijas salen de Cardeña acompañadas de Álvar Fáñez y van a Valencia. Allí presencian la batalla contra el rey Yucef de Marruecos, que reporta cuantioso botín. El Cid envía al rey como regalo doscientos caballos. Los infantes de Carrión, codiciosos, piden a Alfonso que los case con las hijas del Cid. El rey se entrevista con el Cid y solicita la mano de doña Elvira y doña Sol, sus hijas para los infantes. Se celebran las bodas y acaba el Cantar II.
Cantar de la afrenta de Corpes (Cantar III)
Después de las bodas sucede el episodio del león. Ante la vista del animal los infantes muestran su cobardía así como en la batalla contra el rey Búcar, que pone sitio a Valencia. Avergonzados y envidiosos, los infantes piden permiso al Cid para llevar a sus esposas a Carrión. El Cid se lo concede sin sospechar nada. Cerca de Guadalajara, en el robledal de Corpes, se vengan cobardemente en sus mujeres y las maltratan dejándolas medio muertas.
El Cid exige al rey la reparación de semejante afrenta. Alfonso convoca cortes en Toledo, allí, los hombres del Cid acusan , retan y vencen a los infantes y sus defensores en duelo judicial.
El Cantar termina con las bodas de las hijas del Cid con los infantes de Navarra y Aragón.
Estructura
Composición única: unidad de estilo y de tema. No hay añadidos. El contenido se organiza en dos núcleos básicos:
- La deshonra política y social, que finaliza con el perdón del rey, hasta el verso 2034.
- La deshonra familiar por la afrenta de Corpes, desde el verso 1374 hasta el final.
La estructura externa agrupa los episodios en tres partes:
- Cantar del destierro, hasta el verso 1085
- Cantar de las bodas, hasta el 2277
- Cantar de la afrenta de Corpes, hasta el final
Características formales
Métrica
El cantar está compuesto por 3735 versos largos de extensión irregular (entre 10 y 20 sílabas), partidos por una cesura central que divide cada verso en dos hemistiquios. Los versos se agrupan en tiradas más o menos largas con rima asonante.
Estilo
- Léxico variado, uso de : cultismos (can, siniestro, menguado), tecnicismos legales y militares, arabismos y palabras en latín.
- Mezcla de presente histórico con el indefinido
- Rasgos del estilo épico: claridad, economía narrativa y y estilo directo en los diálogos.
- Llamadas de atención al auditorio: Bien oiréis lo que dirá…
- Uso de epítetos épicos: ardida lanza, el que en buena hora nació, el que en buena hora ciñó espada, el burgalés de pro, y otros muchos.
- Uso de fórmulas: Apriesa cantan los gallos, querien quebrar albores.
- Empleo de episodios humorísticos con el fin de divertir al público, como el del león en el Cantar III.
- Presencia de elementos simbólicos como el vuelo de la corneja, siniestro o favorable.
Mester de clerecía
A comienzos del siglo XIII surge en Csstilla una nueva escuela poética, el mester de clerecía, de carácter culto, que convive con el de juglaría a lo largo del siglo.
No obstante ser distintos los dos movimientos reciben mutuas influencias y sus obras presentan características comunes: son obras narrativas en verso. Los juglares también cantaban vidas de santos y los clérigos adoptaron ciertos trucos y técnicas juglarescas.
Carracterísticas del mester de clerecía:
- Sus autores son clérigos, hombres cultos que, a diferencia de los juglares, firman sus obras.
- Saben expresarse correctamente, dominan las reglas de la retórica y la métrica. Usan la cuaderna vía, estrofa de cuatro versos de catorce sílabas, divididos en hemistiquios iguales, de rima consonante:
Mester trago fermoso: non es de juglaría,
mester es sen pecado, ca es de clerecía:
fablar curso rimado por la cuaderna vía,
a sílabas contadas ca es gran maestría.
- Los autores recrean temas ya tratados por la tradición, el Libro de Alexandre o el Libro de Apolonio.
- Sus obras tienen una finalidad didáctica y propagandística.
- No están pensadas para el canto y acompañamiento musical, sino para ser recitadas.
- El mester de clerecía se divide en dos etapas: siglo XIII, más influido por la tradición juglaresca y el siglo XIV, de diferente cariz.
Gonzalo de Berceo, siglo XIII
Nació a finales del siglo XII en Berceo y se educó en el monasterio de San Millán de la Cogolla. Murió pasada la mitad del siglo XIII en fecha no conocida. Fue clerigo secular, no monje de ese monasterio. Es posible que terminara su formación en el Estudio General de Palencia.
Es un clérigo muy ilustrado que conoce los principios de la retórica y los aplica. Tiene además grandes dotes de poeta, que se muestran en la adecuación y pertinencia de sus comparaciones y metáforas.
Su obra pertenece a una nueva tendencia de los hombres cultos o clérigos a difundir los conocimientos de los que son depositarios los monasterios. Su finalidad general es fomentar la devoción sin dejar de lado el entretenimiento y, además, dar fama al monasterio para conseguir peregrinos.
Del culto a la Virgen como auxiliadora universal, que comenzó con la predicación de san Bernardo de Claraval en la Francia del siglo XII, es muestra la obra de Gonzalo de Berceo Los milagros de Nuestra Señora, en la que parece que pone los ejemplos de esa afirmación contenida en la oración de san Bernardo: Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, reclamando vuestra asistencia, haya sido desamparado de vos.
Así, en las venticinco historias que componen Los milagros de Nuestra Señora, vemos como no hay hombre que, por perdido que esté, no se salve si pide ayuda a la Gloriosa.
También compuso Berceo vida y milagros de santos relacionados con el monasterio de san Millán. En primer lugar, la Vida de San Millán, santo del siglo VI, del que toma su nombre el monasterio y cuya vida se pierde en las brumas de la leyenda. La Vida de Santa Oria (santa Aurea), santa riojana, que profesó en San Millán a los nueve años, y la Vida de Santo Domingo de Silos, que se analiza a continuación.
La finalidad de estas obras era promover las visitas y donaciones al monasterio, aunque ese fin propagandístico no les resta calidad ni sinceridad religiosa.
La Vida de Santo Domingo de Silos
Biografía del personaje
Santo Domingo, natural de la Rioja, fue monje en San Millán durante diez años y luego fue prior en el de Santa María de Cañas, su pueblo natal. Estando allí, por ciertas diferencias con el rey de Navarra pasó a Castilla en 1040. Fernando I, rey de Castilla y León, al año siguiente, le nombró abad del monasterio de San Sebastián de Silos y le encargó su reconstrucción. Allí vivió santo Domingo hasta su muerte en 1073. Fue muy favorecido por los hijos de Fernando I, lo mismo por Sancho II que por Alfonso VI. Con los fondos que le dieron estos reyes restauró el edificio, edificó el claustro, restableció la disciplina entre los monjes e impulsó la labor de los copistas. Lo hizo todo tan bien que, después de muerto y beatificado Domingo, el monasterio tomó su nombre. Santo Domingo era veinte o treinta años mayor que Rodrigo Díaz, incluso se conserva la firma de ambos en un documento. Dos héroes del siglo XI.
Métrica
La Vida de Santo Domingo de Silos fue escrita en castellano y en verso por Gonzalo de Berceo a partir de una biografía del santo escrita en latín por un discípulo suyo.
Usa Berceo para la composición del extenso poema la cuaderna vía, copla de cuatro versos alejandrinos que riman en consonante y están divididos por la cesura en dos hemistiquios iguales. La palabra aguda al final de hemistiquio añade sílaba y la esdrújula, resta. La métrica es regular. Hace uso de licencias corrientes en el castellano de su época que hoy se han perdido: contracciones (pan d’avena), aféresis (El bispo de la tierra), elisiones (luego antel altar), síncopas (Domingo havie nomne), apócopes (que trae est oficio).
Estructura
El poema consta de 3108 versos agrupados en 777 estrofas. Está dividido en tres libros .
En el primero, que consta de 288 estrofas, se narra la vida del santo. Su enfrentamiento, siendo prior, con don García el de Nájera y su posterior destierro se cuentan a partir de la estrofa 127.
En el libro segundo se narran milagros que hizo el santo en vida. Cada uno de ellos es un pequeño cuento, lleno de detalles y dramatismo. Se extiende hasta la estrofa 535.
El libro tercero incluye los milagros que realizó después de muerto y llega hasta la estrofa 753. Desde la 754 hasta el final, Gonzalo de Berceo se reconoce autor de la obra y da gracias a Dios y a santo Domingo por haberla terminado.
Yo, Gonçalo por nomne, clamado de Berceo,
en Sant Millán criado, en la su merced seo,
de fazer est travajo ovi muy grand deseo,
Riendo gracias a Dios cuando fecho lo veo.
Cada libro cuenta con una invocación previa a Dios y al santo a manera de prólogo y también con un epílogo de acción de gracias.
Estilo
La Vida de Santo Domingo es una especie de cantar de gesta a lo divino. En esta obra es donde más se aprecian los rasgos juglarescos del estilo de Berceo.
- Berceo llama gesta a este poema y en él, a sí mismo, se llama juglar.
- Tanto el Cid como santo Domingo son víctimas de un destierro y recobran el honor perdido con su esfuerzo.
- Berceo, como los juglares, da mucha importancia a los gestos del héroe.
- Los epítetos épicos se multiplican
- Los dos héroes son el foco de atención general: todas las mirada se dirigen al Cid cuando entra en Burgos y después, en las cortes de Toledo. También de santo Domingo se maravillaba toda la vecindad.
- Como el Cid es vasallo de Alfonso, santo Domingo es vasallo de Dios. Ambos reclaman justicia a sus señores respectivos en los mismos términos. El Cid dice: ca vos las casastes, rey, sabredes qué fer oy. Santo Domingo: Señor –dixo- Tú debes esta cosa judgar,/tuya es la vergüença, piénsala.
- El diálogo es un recuros juglaresco también empleado por Berceo, pero en estilo indirecto. Va siempre introducido por verbos de lengua: dixo, díxole, preguntóle.
- Abundante uso de topónimos con sus correspondiente epítetos: Travesaron el Duero, essa agua cabdal.Realismo: descripción minuciosa de costumbres, personajes, productos agrícolas etc.
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- Naturalidad: adecuación del lenguaje empleado a los conocimientos y gustos del público. Así en la narración de la vida de un santo riojano dirigida a un público riojano, abundan las alusiones al vino, al trabajo de las viñas etc.
- Humorismo, rasgo que también aparece en el Cid.
- Amplificación: sustituye una frase abstracta por su contenido concreto. Ejemplo: en vez de “todo el pueblo iba a la iglesia”, escribe: …ivan pora oirlas las gentes aguisadas/con paños festivales, sus cabezas lavadas,/los varones delante e aprés las tocadas.
Mester de clerecía, segunda etapa
En el siglo XIV se desarrolla un segundo periodo del mester de clerecía que se caracteriza por los siguientes rasgos:
- Los autores no siguen una sola fuente escrita, sino que mezclan diferentes influencias.
- Se rompe la regularidad métrica: junto a la cuaderna vía se utilizan otras estrofas
- Se acentúan los rasgos satíricos
- Se mezcla lo narrativo con lo lírico y dramático
- Gran influencia de la lírica trovadoresca.
A esta etapa pertenece el Libro de buen amor. De su autor, Juan Ruiz, solo se sabe por lo que él mismo cuenta que nació y vivió en Alcalá y fue luego arcipreste de Hita.
El Libro de buen amor
Fue compuesto hacia 1330 y escrito en su mayor parte en cuaderna vía a la que se añaden otros tipos de estrofa. Se caracteriza por su variedad formal y temática. Pertenece al género de la biografía amorosa, presente en la literatura ovidiana medieval.
La autobiografía ficticia del autor constituye el hilo conductor de toda la obra. En ella relata sus amores con distintas mujeres de diferente condición social y estado, exceptuando las casadas.
Es una parodia de las comedias elegíacas medievales escritas en latín, desde el siglo XI al XIII, de tema erótico y satírico, en concreto, del Pamphilus de Amore y De Vetula, en las que el autor es protagonista.
El uso de la primera persona, a imitación del sermón medieval, mostraría la intención didáctica del autor, pese a sus ironías y ambigüedades.
También influyen en la obra, la cultura popular de la Edad Media, y los poemas de los goliardos, clérigos o estudiantes exclaustrados, que habían cambiado el convento por la taberna.
Elementos de la obra
Prólogo
Escrito en prosa, es una parodia de los sermones de su época. Expone la intención didáctica de su obra.
Narración de los amores del arcipreste. Episodios
- Historia de don Melón y doña Endrina. Adaptación de Pamphilus. Melón llega a casarse con Endrina por mediación de la alcahueta Trotaconventos.
- Encuentro con las serranas. El arcipreste va a Guadarrama y se encuentra con cuatro serranas. Parodia la pastorela provenzal.
- Doña Garoza. El arcipreste ayudado por Trotaconventos seduce a la monja Garoza. Las dos mujeres mueren poco después.
Cuentos y ejemplos intercalados en la obra
Proceden de diversas fuentes y obedecen a distintas finalidades:
- Para ejemplificar alguna enseñanza moral
- Como cierre de alguna aventura
- Como refuerzo argumental usado por algún personaje en un diálogo.
Digresiones didácticas y morales
- Sobre los instrumentos musicales , sobre la astrología
- Sobre los pecados capitales, sobre la confesión
Episodios alegóricos
- Encuentro del arcipreste con don Amor y doña Venus: consejos para bien amar
- Batalla de don Carnal y doña Cuaresma: parodia de los cantares de gesta
Composiciones líricas
- Religiosas: loores y cantigas a la Virgen
- Profanas: coplas cazurras, cantigas serranas
Personajes
El principal es el propio arcipreste, que es también el narrador de la obra. El segundo en importancia es la alcahueta Trotaconventos, que gracias a su oficio de buhonera tiene acceso a todas las casas, ricas y pobres, así como a los conventos de monjas. Volevermos a ver el tipo en la Celestina.
Entre los personajes secundarios, tanto reales como fabulosos, humanos como animales, destaca siempre la figura femenina.
Lenguaje y estilo
La obra retrata de forma realista personajes pertenecientes a los diversos estamentos sociales. En ese sentido se dice que es precursora del Lazarillo.
Utiliza figuras retóricas de carácter culto: enumeraciones, antítesis, sinónimos y paralelismos.
Además de la cuaderna vía usa otra estrofa de arte mayor, la cuarteta de dieciséis sílabas. En sus composiciones de arte menor, predomina el zéjel.