El siglo XV se caracteriza por un aumento y extensión de la cultura. Aparecen los hombres cultos entre los seglares y la nobleza se sigue la corte del rey cuya figura va adquiriendo cada vez más relevancia política y cultural. En torno al rey se agrupan los poetas. Sus poemas, junto con otros más antiguos y anónimos, de tipo tradicional, se agrupan en los cancioneros.
Hacia el primer tercio del siglo XV una nueva visión del mundo va desplazando a la anterior: el humanismo, que viene de Italia, caracterizado por la admiración del mundo greco-romano y la devoción hacia los poetas toscanos del primer renacimiento, Dante y Petrarca. Los principales representantes de este primer renacimiento de las letras castellanas son el Marqués de Santillana, Juan de Mena y Jorge Manrique.
El Marqués de Santillana
Don Íñigo López de Mendoza (1398-1458) fue uno de los nobles más relevantes de la corte del rey Juan II de Castilla y compaginó su participación en las guerras de su tiempo con su labor como poeta y humanista.
Obras:
- De tema moral: Proverbios, Diálogo de Bías contra Fortuna
- Alegórico, influida por Dante: el Infierno de los enamorados
- De inspiración provenzal y popula: serranillas
- A imitación de los sonetos italianos: Sonetos fechos al itálico modo
Juan de Mena (1411-1456)
La mejor obra del cronista y secretario de cartas latinas del rey Juan II de Castilla es el Laberinto de Fortuna o las trescientas, poema alegórico heroico y patriótico, escrito en versos dodecasílabos, en el que se perciben influencias de poetas latinos .
Jorge Manrique (1440-1479)
Era hijo de don Rodrigo Manrique, maestre de la orden de Santiago. Hombre de armas y de letras, participó en las guerras de su tiempo y murió cerca del castillo de Garcimuñoz.
Obras:
- Poemas amorosos de tipo cortesano y algunos de tema burlesco
- Coplas a la muerte del maestre de Santiago, una de las obras capitales de la literatura española.