En España, hubo una terrible crisis en el 2008.

I. La crisis financiera

Esa crisis es en realidad una crisis mundial, que empezó en los Estados Unidos.

Fue la consecuencia directa de la invasión de Irak por los Estados Unidos (EEUU) y del sistema de los créditos hipotecarios subprime.

Este tipo de crédito se utilizaba con un público particular:

  • con escasos ingresos (revenus faibles)
  • con tasas de interés muy elevadas
  • permitía acceder rápidamente a la propiedad inmobiliaria


De hecho, cuando España ingresó la Unión Europea, vivió un enriquecimiento (un enrichissement) muy rápido, que dio a los españoles la ilusión de riqueza fácil.

Muchos compraron una casa. El precio de la vivienda (le prix du logement) aumentó de manera exponencial y de manera superior a las posibilidades reales de consumo (consommation) de la población. Este fenómeno se llama burbuja inmobiliaria. Cuando estos precios alcanzaron su punto álgido, se derrumbó (il s’effondra) repentinamente, provocando una crisis.

Mucha gente perdió su empleo y ya no podía pagar la hipoteca.

Las consecuencias para el país fueron catastróficas y duraron hasta 2014 más o menos.

II. Las crisis sociales

Esa crisis provocó una tasa de paro (un taux de chômage) particularmente elevada. Llegó hasta el 25% e incluso el 50% entre los jóvenes.

Un clima social bastante duro empezó con huelgas (grèves) y manifestaciones.

Fue a raíz de estas manifestaciones cuando nació el movimiento del 15M (15 de marzo), también llamado de los indignados.

En 2010, Stéphane Hessel, un resistente francés, víctima de los campos de concentración y que participó en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos publicó un panfleto ¡Indignaos!

El 15 de marzo de 2011, se organizaron colectivos de protestas sociales en Madrid que empezaron a reunirse en la Puerta del Sol. Se bautizaron “movimiento de los Indignados”, inspirándose en el título del libro de Stéphane Hessel.

El movimiento se extendió a toda España y a ciertas partes del mundo.

El movimiento cobró cierta importancia política, sin éxito al principio, pero después apareció el partido Podemos que se convirtió en una fuerza política en España.