Lea este extrato de Don Juan:

JUAN

No pregunté su nombre.

TISBEA

¿A mí? Oh, no soy nadie, señor. Tisbea. Una pobre pescadora.

JUAN

Tisbea, eso es lo que pensaba. La oleada del mar me ensordece, mi amor, como lo hizo Odiseo, harto de espumas, pero nunca me perdonaré, comeré alacranes, ya que al despertarme a la maravilla de la salvación pregunté dónde estaba y no su dulce nombre…

TISBEA

Tisbea, señor. ¿Y el suyo?

JUAN

Nadie. Un príncipe náufrago. Un poeta.

TISBEA

¿Un poeta?

JUAN

¿Qué poeta triangularía su ubicación y no su sentimiento? No, soy un patán, naufragado, necesitando fe… Tú eres angélica, una pescadora que conoce a los clásicos, con una biblioteca limitada pero con un gran corazón

 

Don Juan es una de las obras teatrales españolas más famosas. Hasta tal punto que su personaje, don Juan Tenorio, se ha convertido en un mito moderno, el del seductor cínico y destructor. Este mito fue una inspiración para numerosas obras posteriores, siendo las más famosas las de Molière y Mozart.

La obra fue publicada en 1630 bajo el título El burlador de Sevilla, pero existió una versión anterior que se titulaba ¡Qué largo me lo fiáis!, frase pronunciada varias veces por don Juan.

El burlador de Sevilla fue escrito por Tirso de Molina, un religioso que formaba parte de la Orden de la Merced.

Cuenta la historia de don Juan, un seductor empedernido, que seduce de manera compulsiva a todas las mujeres que cruzan su camino.

Por ejemplo, aquí, en el fragmento seleccionado, seduce a Tisbea, una pescadora, haciéndole creer que es lo que no es, con bastante ironía y desprecio: «una pescadora que conoce a los clásicos, con una biblioteca limitada pero con un gran corazón». No se trata solo de seducir a las mujeres, sino también de engañarlas y de gozarlas sexualmente.

Por ejemplo, usará una burla para gozar a la hija del Comendador de Sevilla, a quien don Juan mata.

Don Juan no tiene ninguna moral. Cuando algunos le recuerdan que Dios le castigará, él contesta «¡Qué largo me lo fiáis!», que significa que le queda muchísimo tiempo para arrepentirse.

Pero un día, el fantasma del Comendador le invita a una cena ... y no cuento el final ... usted tiene que leer la obra.