Es difícil hablar de un español específico del Siglo de Oro. La lengua no era muy diferente de la de hoy. Sin embargo, existen diferencias notables que hay que tomar en consideración a la hora de leer un texto “clásico”.
Desde luego, la lengua estaba en plena evolución. En 1492, Antonio de Nebrija publicó Gramática sobre la lengua española cuyo objetivo era fijar las reglas de la lengua. Este trabajo de uniformización de la lengua tenía claramente un objetivo político: el de hacerse comprender por todos. Cuando los Reyes Católicos iniciaron la Conquista de América, enseñar el castellano a los Indios se hizo rápidamente imprescindible para que ellos entendieran las órdenes que se les daban y las leyes que tenían que respetar.
Fue en aquel entonces cuando la palabra castellano, que significa de Castilla, pasó a significar español. Los Reyes Católicos lograron la unidad de España y la lengua de Castilla se convirtió en la lengua oficial del territorio español.
He aquí algunas características de la lengua que se hablaba y escribía en aquel entonces:
- La ortografía no estaba fijada. Por ejemplo, existían confusiones entre la “v” y la “b”.
- Los usos de ser y estar no estaban tan separados como hoy. Lo mismo pasa entre haber y tener.
- Por tenía un significado causal y final. Porque significaba “parce que” y “pour que” (en este último caso, se empleaba el subjuntivo). La preposición para existía, pero con un significado un poco diferente.
- El imperfecto del subjuntivo tenía solo una forma en SE. En cuanto a la forma en RA, existía. La forma en RA correspondía en realidad a un pluscuamperfecto latino que se utilizaba como condicional pasado.
- El gerundio era muy frecuente, por ejemplo en la expresión en + gerundio que significaba « dès que, aussitôt que ».
- El orden de las palabras en la oración era diferente al de hoy: por ejemplo, los verbos estaban lejos de su sujeto, lo mismo entre un pronombre y su antecedente.
- Ciertas palabras tenían un significado diferente al de hoy: admirar = étonner; antes = mais.
- El concepto de honneur era muy importante y existían dos palabras que remitían a este concepto. El honor dependía de la imagen en la sociedad. La honra era un sentimiento más personal, de orgullo.