Lea este poema:

¡Oh claro honor del líquido elemento,

dulce arroyuelo de corriente plata,

cuya agua entre la hierba se dilata

con regalado son, con paso lento!,

 

pues la por quien helar y arder me siento,

mientras en ti se mira, Amor retrata

de su rostro la nieve y la escarlata

en tu tranquilo y blando movimiento,

 

vete como te vas, no dejes floja

la undosa rienda al cristalino freno

con que gobiernas tu veloz corriente,

 

que no es bien que confusamente acoja

tanta belleza en su profundo seno

el gran señor del húmido tridente.

Luis de Góngora, 1582

Lo primero que llama la atención es que se trata de un poema bastante complejo y difícil de comprender. Es normal, porque Góngora inició un género literario llamado culteranismo o gongorismo cuya prioridad era la belleza formal.

Las características del culteranismo son:

  • Uso de cultismos, es decir de palabras que proceden directamente del latín. Por ejemplo, “undoso”. Esta palabra significa “que se mueve haciendo olas”.
  • Uso de perífrasis. Por ejemplo aquí, el “líquido elemento” es el río.
  • Uso del hipérbato, o sea una ruptura en la sintaxis por énfasis: “la por quien helar y arder me siento”, el orden de la frase está alterado y respeta la sintaxis latina (verbos al final).
  • Uso de las metáforas: aquí, el reflejo de la mujer amada en el río es metáfora del tiempo que pasa. El poeta le pide al río que corra más lentamente para no distorsionar la imagen de la mujer.

Sin embargo, se pueden reconocer varios elementos que forman parte de una tradición petrarquista y renacentista.

  • Los oxímoros: helar y arder, aquí sinónimo de estar enamorado.
  • Uso del soneto.
  • Uso del endecasílabo.
  • Ambiente bucólico. Garcilaso de la Vega es otro poeta que utilizó la naturaleza.

Aquí, concretamente, la mujer amada (“la por quien helar y arder me siento”) se está mirando en el río (“mientras en ti se mira”). El poeta le pide al río que frene su curso (“no dejes floja / la undosa rienda al cristalino freno / con que gobiernas tu veloz corriente”). Aquí, la metáfora es la del caballo que se frena apretando la rienda. El objetivo es que la imagen de la dama llegue guapa (“no es bien que confusamente acoja”) al mar (“el gran señor del húmido tridente” = Poseidón cuyo atributo es el tridente). Claro, se trata de una metáfora del paso del tiempo. El poeta quiere que el tiempo se detenga. El mar simboliza la muerte.

La estructura del soneto es ABBA, ABBA, CDE, CDE.

“Amor retrata/de su rostro la nieve y escarlata” es un encabalgamiento (= enjambement). Sirve para insistir en el ritmo.