El realismo mágico es un movimiento literario que nació en América Latina. Es un perfecto ejemplo de sincretismo literario. ¿Qué es el sincretismo? Es una mezcla entre elementos pertenecientes a mundos diferentes para crear un nuevo concepto. Por ejemplo, la fiesta de los muertos en México es una mezcla entre las concepciones católica y azteca de la muerte, lo que dio lugar a una fiesta muy particular y única.
De hecho, el realismo mágico nació en Europa, y la expresión llegó a América del Sur a principios de los años 20. En aquel entonces, los intelectuales latinoamericanos admiraban lo que procedía de Europa. El realismo mágico fue inmediatamente adoptado en América Latina. ¿Por qué? Sin duda porque la cultura latinoamericana es ya una sutil mezcla entre lo europeo y lo indígena, cuyas características son muy diferentes.
Por ejemplo, lo europeo es:
- racional
- científico
- frío
- concepción lineal de la vida
- Lo indígena es:
- fantasía
- espiritual
- emocional
- concepción cíclica de la vida
El realismo mágico se basa en la irrupción de lo fantástico, de lo irreal en la vida cotidiana. Por ejemplo, Gabriel García Márquez, uno de los mayores representantes del realismo mágico escribe: “Mi problema más importante era destruir la línea de demarcación que separa lo que parece real de lo que parece fantástico. Porque en el mundo que trataba de evocar, esa barrera no existía“.
De hecho, en el realismo mágico, no se trata propiamente dicho de fantástico. Las obras que pertenecen al realismo mágico se desarrollan siempre en escenarios muy realistas, cotidianos, normales donde irrumpen lo insólito y lo inexplicable.
Algunos recursos son típicos del realismo mágico:
- Multiplicidad de los narradores y de los puntos de vista
- Distorsión del tiempo
- Elementos anodinos inexplicables
Algunos escritores que utilizaron el realismo mágico:
Gabriel García Márquez, Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Laura Esquivel, Isabel Allende.
Notemos que el género fantástico se practica mucho en Argentina: Bioy Casares, Silvina Ocampo, Borges, Ernesto Sábato. Algunas obras de estos escritores se pueden clasificar como pertenecientes al género del realismo mágico.